Karen Berendique, de 19 años, viajaba en un vehículo con su hermano mayor y con otro joven cuando la Policía venezolana les disparó en un control carretero la madrugada del sábado en la ciudad occidental de Maracaibo, según denunció su padre y cónsul honorario de Chile en esa ciudad, Fernando Berendique.
El diplomático afirmó que no hicieron caso a la orden de detenerse dada por los uniformados por temor a que los agentes fueran ladrones.
La Policía informó que la joven falleció tras recibir tres impactos de bala, uno de ellos en la cabeza. Horas después, el Ministerio de Justicia venezolano dijo que 12 policías fueron detenidos en relación con el incidente.
Berendique insinuó que la muerte de su hija es un síntoma de problemas más graves del país. "Nos está matando la inseguridad. No me parece que Venezuela se merezca esto", sostuvo.
"Rechazamos y repudiamos este tipo de mala práctica policial", dijo el comisario José Humberto Ramírez, director del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (CICPC). Y reveló que los oficiales se hallaban en el área para investigar el robo de vehículos y no colocaron conos, como suelen hacerlo en los puntos de control. El funcionario consideró inexplicable el incidente. "Ellos tendrán que responder, tanto penalmente como administrativamente", agregó.
Beatriz Navas, locutora de un programa radial, opinó el domingo que muchos venezolanos se muestran preocupados por el abuso policíaco y por la participación de sus agentes en los delitos de violencia del país. Agregó que, de haber sido ella, tampoco se habría detenido en el control. "Realmente nos ha conmovido muchísimo a los venezolanos el vil asesinato de la hija del cónsul chileno. Los venezolanos estamos muy preocupados por las actuaciones policiales y nos da muchísima vergüenza", comentó.
Navas condenó también la práctica policíaca generalizada en Venezuela de montar esos controles carreteros, e indicó, que, en vez de eso, la Policía debería estar investigando delitos. "Eso es conocimiento público que las alcabalas no resuelven el problema de la inseguridad. Yo no me hubiese parado y a mí también me hubiesen matado", comentó.
El incidente fue condenado enérgicamente por la Policía y el Gobierno del presidente Hugo Chávez, al igual que por políticos de la oposición. "Disparan primero y apuntan después", graficó Ricardo Sánchez, diputado de la oposición en la Asamblea Nacional, durante una conferencia de prensa del domingo. "Fue un operativo ilegal y fue desproporcionado".
La reacción de Chile tampoco se hizo esperar. "El Gobierno de Chile expresa de la forma más enérgica su condena por la muerte de la ciudadana chileno-venezolana Karen Berendique a manos de efectivos del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) de la República Bolivariana de Venezuela, ocurrido ayer en Maracaibo, Venezuela. A la vez, solicitamos el esclarecimiento de los hechos a la mayor brevedad", reza una nota oficial emitida la noche del sábado.
Los agentes no tenían visible ningún tipo de identificación y portaban armas automáticas, relató el cónsul. En Maracaibo, como en el resto de las principales ciudades venezolanas, son frecuentes los robos a mano armada.
El cónsul dijo a los periodistas el sábado que su hija iba en camino a reunirse con algunos amigos cuando fue agredida. "Ellos salieron de pronto y a cuatro cuadras de mi casa los interceptaron, estaban armados. Dieron la voz de alto, los muchachos se pusieron nerviosos porque era de noche. Lo menos que se puede esperar es que la Policía encienda las luces (de las patrullas), no lo hicieron y dispararon y siguieron haciéndolo", resumió. "El primer impacto (de bala) fue en el parabrisas, cuando mi hijo desesperadamente retrocedía. Al ver que Karen estaba inconsciente y herida, se detuvo. Los funcionarios se identificaron y dijeron que dispararon porque no pararon el carro", agregó.
Por medio de un comunicado emitido el sábado, el Ministerio de Justicia dijo que el Gobierno seguirá "promoviendo la transformación radical de los Cuerpos de Policía, profundizando la aplicación del nuevo modelo policial: humano y profesional".
El grupo venezolano de derechos humanos Provea señaló en su informe anual en noviembre que las fuerzas de seguridad del país fueron responsables de 173 muertesdurante el pasado período de 12 meses, entre ellas, siete víctimas de "uso excesivo de la fuerza", 15 víctimas de "uso indiscriminado de la fuerza" y otros que fueron ejecutados, torturados o murieron a causa de otros tratos crueles.
El Gobierno, que no ha publicado estadísticas detalladas de asesinatos anuales en los últimos años, ha dicho que la tasa de homicidios del 2011 fue de 48 homicidios por cada 100.000 habitantes, una de las más altas en la región.
El Observatorio Venezolano de Violencia, una organización que hace seguimiento de los crímenes, dijo que su recuento de las cifras de homicidios ascendió a más de 19.000 asesinatos durante 2011. Roberto Briceño León, director del grupo, dijo que fue la cifra anual más alta registrada en este país de 29 millones de habitantes.
Los secuestros también han ido en aumento. En un incidente no relacionado en noviembre, el cónsul de Chile en Caracas fue víctima de un "secuestro express", y fue liberado por sus captores dos horas después. Resultó herido de bala.
Fuente: AP
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