El arzobispo Carlo María Vigano, secretario general de la Santa Sede hasta 2011,advirtió a Benedicto XVI sobre manejos irregulares y desorden en la administración. Indicó que otros cardenales "conocían bien la situación"
El Papa nombró a Vigano nuncio apostólico ante los Estados Unidos en agosto de 2011, una promoción interpretada como un castigo para el prelado, conocido por su rigor en la administración del Estado más pequeño del mundo durante dos años.
Los diarios Corriere della Sera y Libero publicaron extractos de las cartas enviadas al Sumo Pontífice el año pasado. El religioso expresaba su estupor ante la situación "desastrosa" que encontró a su llegada a la administración vaticana y, por ello, consideró que su traslado a los Estados Unidos sería un "veredicto de condena" y una "sanción".
"Mi traslado servirá para desanimar a aquellos que creyeron que sería posible limpiar numerosos casos de corrupción y de malversación en la gestión de diferentes direcciones" del Vaticano, señaló Vigano.
En una de las cartas, expresó que otros cardenales a cargo de la administración del Vaticano "conocían bien la situación". "Jamás pensé tener que enfrentar una situación tan desastrosa", escribió.
Vigano criticó también a los banqueros italianos que integran el Comité de Finanzas y Gestión, quienes habrían privilegiado "sus intereses". En diciembre pasado, según sus acusaciones, una operación financiera causó una pérdida neta de 2,5 millones de dólares.
El prelado denunció que las obras se atribuían siempre a las mismas empresas, contarifas que suelen ser el doble de caras que las aplicadas fuera del Vaticano.
Según el Corriere della Sera, Vigano se sentía amenazado por maniobras hostiles en el seno del Vaticano, por lo que decidió dirigirse directamente a Benedicto XVI, un papa considerado preocupado por la transparencia en las finanzas.
La prensa italiana estima que las denuncias le costaron a Vigano no ser promovido a cardenal.
Fuente: AFP
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