Según el periódico Washington Post, en lo que va de 2011 se recibieron 670 pedidos de asilo político, que incluyen tanto a personas como familias. En la última década, la comunidad venezolana en ese país creció un 135%
En los últimos años, Venezuela ha sido uno de los países que más solicitantes de asilo político ha generado. Según el matutino estadounidense, en marzo llegó a ser el octavo país en el ranking del Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos.
Sin embargo, no se trata de una nueva tendencia. En la década comprendida entre 2000 y 2010, los EEUU aprobaron al menos 4.500 solicitudes (el 21% del total que se tramitaron).
Si bien el presidente Hugo Chávez ha negado que exista una persecución a sus opositores, muchos de los solicitantes han dado testimonio del hostigamiento al que los somete el régimen chavista.
Ése fue el caso de Oliver Gaviria, que, consultado por la agencia AP, relató cómo dos hombres uniformados de negro que se desplazaban en motocicletas interceptaron su automóvil en una carretera de Caracas y lo obligaron a bajarse. Le colocaron una pistola en la sien y lo amenazaron de muerte. Tras ese incidente, pasó a engrosar la lista de miles de venezolanos que han solicitado asilo político en los Estados Unidos en la última década.
"Me dijeron que sabían que estaba en contra del régimen y que era un traidor a la patria y que por lo tanto iba a pagar con mi vida. Que si no me iba del país iban a matar a mi hermana", relató Gaviria, que trabajaba organizando fiestas para funcionarios del gobierno de Chávez, al recordar el episodio que vivió el 21 de agosto del 2007. Gaviria se escondió en el departamento de un amigo, "aterrorizado de salir", creyendo que "todo el mundo" lo perseguía. Tres semanas después, llegó a Miami, convencido de que si se quedaba en Venezuela podrían matarlo a él y a su familia.
El número de solicitudes tramitadas por el servicio de inmigración no está del todo claro, pues muchos venezolanos que arriban a este país alegando persecución tratan de conseguir visas que les permitan permanecer legalmente en los Estados Unidos.
La persecución a opositores del gobierno chavista se disfraza, en la mayoría de los casos, como acusaciones judiciales por supuestos delitos.
Para solicitar asilo, una persona debe fundamentar que ha sido perseguida o que teme ser perseguida en el futuro debido a su raza, religión, nacionalidad, porque pertenece a algún grupo social específico o por sus opiniones políticas, de acuerdo con las normativas vigentes en los Estados Unidos.
Entre el 2000 y el 2010, las autoridades de inmigración procesaron cerca de 6.800 solicitudes "afirmativas" de venezolanos, aprobaron el 45% (unas 3 mil) y negaron cerca del 5% (poco más de 300). El 50% restante de los casos fue cerrado, quedó pendiente de resolución o fue referido a los jueces de inmigración. La cifra es un 152% más que en la década anterior y entre los latinoamericanos sólo es superada por la de los colombianos, según la información del DHS.
Por otra parre, también entre el 2000 y el 2010, los tribunales de inmigración recibieron cerca de 7.500 pedidos de asilo "defensivos" de venezolanos, 15 veces más que los 500 recibidos en la década anteriores.
Los jueces de inmigración aprobaron el 21% de esos asilos venezolanos, pero negaron el 37,5 por ciento. El restante 41,5% de los casos fue abandonado o retirado, según las estadísticas suministradas a la AP por el Departamento de Justicia.
Los que han pedido asilo en Estados Unidos son una pequeña parte de la comunidad venezolana que ha llegado a este país. En su conjunto, la comunidad venezolana en los Estados Unidos ha crecido un 135% en la última década, de 91 mil personas en el año 2000 a 215 mil en 2010, de acuerdo con estadísticas suministradas por la oficina del censo.
Fuente: Washington Post - AP
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