La nueva apuesta social del buscador Google puede ser un as en la manga o el primer clavo en su ataúd.
Dicen los que saben que cuando Larry Page tomó las riendas del gigante de internet, hace unos meses, dejó en claro que lo suyo era crear una nueva red social.
Page habría enviado un correo electrónico a sus empleados prometiendo un bono a quienes ayudaran a que la empresa triunfara en el único terreno en el que se estaba quedando atrás: el campo social.
Es difícil saber si la anécdota es verdad, es mentira o -como muchas otras cosas en la vida- cuenta con un poco de las dos cosas.
Lo que sí podemos saber es que con el lanzamiento de Google+, el buscador cree haber encontrado la llave de la felicidad.
La cosa no es menor. Su futuro depende de que esté en lo correcto.
Lo que está en juego
¿Por qué Google necesita tan desesperadamente un triunfo social? Porque la gente está abandonando sus hábitos de navegación, alejándose de los motores de búsqueda y confiando más en la información que le brindan sus contactos.
Eso significa que menos personas pasarán tiempo buscando en la web y más individuos harán clic en los vínculos que sus amigos publican en las redes sociales.
Y ésas son malas noticias para Google, que depende enteramente de la publicidad como modelo de negocio.
"El problema es que los servicios en línea de estos días convierten las amistades en comida rápida"
Vic Gundotra, vicepresidente de Google
Para que dicha publicidad sea efectiva, la empresa requiere contar con la mayor cantidad de datos e información posible de sus usuarios.
En otras palabras, necesita que los usuarios de internet pasen más tiempo dentro de sus muros virtuales y menos en Facebook.
Por eso, no es de extrañar que, al anunciar al mundo la nueva herramienta, el vicepresidente de Google, Vic Gundotra, haya dicho: "El problema es que los servicios en línea de estos días convierten las amistades en comida rápida".
La compañía ya ha intentado jugar póker en la mesa social y ha perdido varias manos.
Google Buzz y Google Wave son claros ejemplos de productos que la empresa anunció con bombos y platillos para después desdeñar al primero y cerrar por completo al segundo.
Hasta ahora, a Google se le han perdonado estas fallas, pero un tercer fiasco podría dejar al motor de búsqueda muy herido.
Competir con Facebook
De entrada, la estrategia parece apuntar al camino correcto.
Google+ no es sólo una red social para amigos; es una red para conocidos que los agrupa de acuerdo a intereses comunes.
Y no es difícil ver de dónde sacó el buscador la inspiración para algunas de sus ideas.
En +, el usuario genera círculos entre sus contactos: uno puede ser para la familia, otro para mejores amigos, otro para colegas, etcétera.
Dependiendo de con quién se interactúe, será lo que se comparta. Con esta experiencia social, Google+ intenta competir con Facebook.
Con "chispas" (o sparks en inglés) los usuarios pueden decirle al sistema cuáles son sus intereses y, a cambio, el sitio compartirá con ellos constantemente noticias, fotos y videos relacionados con dichos temas.
¿Alguien más piensa en Twitter?
"Hangout" permitirá que los internautas que cuentan con una webcam les digan a sus amigos que están disponibles para chatear, a fin de que estos se conecten con su cámara y puedan crear una reunión virtual. ¿Se acuerdan de que Google quería comprar Skype?
Al director ejecutivo de Google, Larry Page, se lo conoce por su pasión por los datos y los algoritmos. Después de todo, es él quien se encuentra detrás de la exitosa fórmula de búsquedas de la empresa.
Pero una cosa es entender los datos y otra, las relaciones sociales. Para que + funcione, el buscador requerirá que las personas lo usen, lo encuentren sencillo y decidan quedarse.
Si Google logra que esto ocurra, Page podrá sonreír y sus rivales podrán preocuparse.
Si fracasa, sus competidores serán los que sonreirán, sabiendo que ganaron una partida más, una que a la larga podría resultar definitiva.
David Cuen
BBC Mundo
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