ISLAMABAD (Reuters) - Un avión no tripulado estadounidense disparó el jueves misiles contra militantes en Pakistán y mató a ocho de ellos, dijeron funcionarios pakistaníes, en el tercer ataque de ese tipo desde que Estados Unidos encontró y mató a Osama bin Laden el 2 de mayo.
La muerte del jefe de Al Qaeda en una misión estadounidense en un complejo en el norte de Pakistán ha tensionado las relaciones entre Washington e Islamabad. Estados Unidos sospecha que Pakistán sabía dónde estaba bin Laden y Pakistán está enojado porque cree que la operación violó su soberanía.
Los ataques de aviones no tripulados también son una fuente de fricción entre los aliados. Pakistán los cuestiona oficialmente, aunque los funcionarios estadounidenses dicen que son conducidos en base a un entendimiento con Islamabad.
Un avión disparó dos misiles contra un vehículo en la región de Waziristán del Norte que se dirigía hacia la frontera con Afganistán, matando a ocho militantes, indicaron las autoridades pakistaníes.
"Al menos cuatro aviones siguen volando sobre el área", dijo uno de ellos, que se negó a ser identificado.
La CIA estadounidense lanza regularmente ataques de aviones no tripulados contra los militantes en las tierras tribales pashtún que cruzan hacia Afganistán para luchar con las fuerzas occidentales.
Pero el tercer ataque de este tipo desde la muerte del líder militante de origen saudí indica una intensificación de las ofensivas en comparación con las semanas previas.
La operación secreta de Estados Unidos avergonzó y enfureció al Ejército pakistaní y alteró la ya compleja relación entre Washington e Islamabad.
Pakistán rechaza las acusaciones de que fue incompetente al perseguir al hombre detrás de los ataques del 11 de septiembre del 2001 en Estados Unidos o cómplice al refugiarlo en Abbottabad, a sólo 50 kilómetros de la capital.
Washington quiere interrogar a las tres esposas de bin Laden detenidas en el complejo, aunque Pakistán aún no ha aceptado el pedido.
El embajador estadounidense Cameron Munter mantuvo conversaciones en el Ministerio de Relaciones Exteriores, pero ninguna de las partes ofreció detalles sobre el encuentro.
La muerte de bin Laden también desató críticas internas hacia el Gobierno y el Ejército de Pakistán, no sólo por el hecho de que el líder de Al Qaeda logró vivir tanto tiempo en secreto en el país, sino también por la percepción de que la misión secreta de Estados Unidos violó la soberanía nacional.
El líder de la oposición y ex primer ministro Nawaz Sharif acusó a la poderosa agencia de inteligencia de actuar con negligencia e incompetencia.
FOTOS HORRIBLES
Sharif, que encabeza el mayor grupo opositor, rechazó una decisión del Gobierno de poner a un general del Ejército a cargo de la investigación por las fallas de inteligencia que condujeron a la muerte de bin Laden y en cambio demandó una comisión judicial para despejar dudas sobre su objetividad.
Legisladores estadounidenses han cuestionado el compromiso de Pakistán con la lucha contra la militancia en la región y algunos reclamaron la suspensión de la ayuda a Islamabad.
La agencia de Inter-Servicios de Inteligencia (ISI) tiene una larga historia de contactos con los militantes islámicos.
Estados Unidos no ha acusado a las autoridades pakistaníes de refugiar a bin Laden, pero dijo que tuvo que haber tenido algún tipo de red de apoyo y quiere investigar al respecto.
Washington envió material de inteligencia extraído del complejo de bin Laden a varios gobiernos extranjeros, dijeron funcionarios de la lucha anti-terrorista estadounidenses y occidentales a Reuters.
Entre los datos que estaban siendo examinados se encuentra lo que un funcionario estadounidense describió como un "manual escrito a mano", que según expertos podría haber sido obra del propio bin Laden.
Hasta el momento, Estados Unidos y los gobiernos con los cuales compartió información no hallaron evidencia específica o inminente de planes para atacar blancos en el país norteamericano o en Occidente, dijeron funcionarios.
En Washington, un senador estadounidense vio las fotos de bin Laden luego de ser baleado y dijo que las imágenes no dejaban lugar a duda de que estaba muerto.
James Inhofe, republicano por Oklahoma, declaró que vio 15 fotografías y que algunas de ellas mostraban masa encefálica saliendo de la cuenca del ojo.
"Son horribles, por supuesto, porque fueron tomadas justo después del incidente", dijo a Fox News.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, decidió no difundir las fotos posteriores a la muerte de bin Laden porque podrían incitar a la violencia y ser usadas como herramienta de propaganda de Al Qaeda.
(Escrito por Robert Birsel; editado en español por Lucila Sigal)
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