Japón pidió ayuda el jueves a Francia y Estados Unidos para detener la fuga de radiactividad en la planta nuclear remecida por el reciente tsunami y terremoto, mientras se esfuerza por detener las fugas de radiación que están complicando los esfuerzos para recuperar los muertos arrastrados por el cataclismo.
Expertos francéses, estadounidenses y de otras naciones —incluso un robot— ya llegaron a Japón o están en camino. El presidente francés, Nicolás Sarkozy, visitó Tokio el jueves para reunirse con el primer ministro y mostrar su solidaridad.
Los trabajadores luchan para encontrar la fuente de agua contaminada que ha estado saliendo de la planta nuclear de Fukushima Dai-ichi desde el terremoto y maremoto del 11 de marzo. Los trabajadores de la planta se han visto obligados a huir por las filtraciones frecuentes, evitando que puedan reindurar la operación de sistemas de refrigeración importantes.
"La cantidad de agua es enorme y necesitamos toda la sabiduría disponible", dijo el portavoz de la agencia de seguridad nuclear Hidehiko Nishiyama. Nuevos análisis mostraron que los niveles de radiación siguen aumentando en el océano en el exterior de una planta nuclear en la región nororiental de Japón, indicaron el jueves funcionarios.
Los funcionarios japoneses debaten si deben o no extender la zona de evacuación alrededor de las instalaciones, que siguen liberando radiación tras resultar afectadas.
La Agencia de Seguridad Nuclear e Industrial de Japón (NISA, por sus siglas en inglés) dijo que analiza un reporte emitido por la Agencia Internacional de Energía Atómica de Naciones Unidas sobre los altos niveles de radiación en la villa de Iitate, a 40 kilómetros (25 millas) de la planta en la prefectura (provincia) de Fukushima.
El organismo de Naciones Unidas dijo que el nivel registrado en un sitio en Iitate fue del doble del límite sugerido para la evacuación.
El vocero de NISA, Hidehiko Nishiyama, dijo que los funcionarios estudian los niveles de radiación en la villa, que se encuentra incluso fuera de una zona de evacuación voluntaria a una distancia de 30 kilómetros (19 millas) de la planta. Nishiyama agregó que la mayoría de los habitantes han salido de la villa, pero cerca de 100 han decidido quedarse.
"Lo tomamos muy en serio", dijo el jueves. "Estamos considerando pedirle a estas personas que evacuen. Pero necesitamos más tiempo para estudiar la situación".
Los habitantes de los poblados que se encuentran dentro de un radio de 20 kilómetros (12 millas) alrededor de la planta nuclear de antemano han recibido la orden de dejar sus hogares.
Las operaciones continúan el jueves con el objetivo de enfriar la planta nuclear Fukushima Dai-ichi, que registra temperaturas peligrosamente elevadas y que sigue liberando radiación.
AP
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