Saturday, May 15, 2010

Acribillan al suegro del ex coronel González y González


Adriana Peguero
adriana.peguero@listindiario.com
Santo Domingo

Fue ejecutado de varios balazos la tarde de ayer en el estacionamiento de la respostería “La Francesa”, negocio de su propiedad ubicado en la avenida Abraham Lincoln.

Rubén Soto Hayet, suegro del ex coronel José Amado González González, vinculado a la red del fugitivo narcotraficante José Figueroa Agosto, y asesinado el 24 de diciembre del año pasado, fue ejecutado de varios balazos la tarde de ayer en el estacionamiento de la respostería “La Francesa”, negocio de su propiedad ubicado en la avenida Abraham Lincoln. 
Los asesinos también segaron la vida del vigilante Jorge Vólquez Santana, quien trabajaba para la compañía de seguridad Universal, y del mensajero Máximo Jerónimo Paredes, empleado de una empresa publicitaria.
Estas dos personas, según algunos testimonios, se encontraban en la banca Iván Junior Sport y cuando sonaron los disparos salieron a averiguar lo que pasaba cuando fueron sorprendidos por las balas que no les dieron tiempo de escapar.
En el tiroteo también resultaron heridos el parqueador Agustín Romero, de 62 años, y José Luis Mejía Ramos, de 42, quienes reciben atención médica en la clínica Abel González de la avenida Lincoln.
Según los relatos, dos personas que viajaban en una yipeta Mitsubishi Nativa verde, se desmontaron en la calle Paseo de los Locutores y tirotearon a Soto, a quien alcanzaron en la cabeza y el pecho.
Su cuerpo se desplomó en el lugar, mientras que Máximo Gerónimo Paredes y Jorge Vólquez Santana murieron al cruzar la puerta de la banca. Sus cadáveres fueron conducidos a Patología Forense para fines de investigación.
Rubén Soto es el padrastro de Madelin Bernard, esposa del ex coronel González y González, la cual fue investigada el pasado miércoles por la Fiscalía del Distrito Nacional con relación al caso Figueroa Agosto.
Minutos después del asesinato, se presentó al lugar el jefe de la Policía Nacional y el fiscal del Distrito Nacional.
El jefe de la uniformada, mayor general Rafael Guzmán Fermín, informó de inmediato que el caso fue puesto en manos del fiscal del Distrito Nacional.
Las evidencias
El jefe de la Policía Nacional y el fiscal del Distrito Nacional se presentaron a la escena pocos minutos después del crimen y de inmediato iniciaron a recopilar las evidencias.
Allí se encontraron casquillos de bala, tanto en el interior de la edificación como en el parqueo.
Los cristales de la plaza, del lado de la calle Paseo de los Locutores, quedaron manchados de sangre, mientras en el estacionamiento la lluvia tintaba de rojo parte del estacionamiento con la sangre que brotaba del cuerpo de Soto.
El hecho ocurrió poco después de las 2:30 y en menos de una hora se habían congregado en el lugar cerca de un centenar de personas quienes murmuraban que nunca habían visto un evento de esa naturaleza en un sector que se caracteriza por su quietud.
Dejan yipeta
Tras cometer el hecho, los homicidas abandonaron la yipeta verde Mitsubishi Nativa, placa G195978 en la calle Andrés Julio Aybar esquina Pablo Neruda del ensanche Piantini.
En ese lugar también el jefe de la Policía y el fiscal del Distrito y enviaron el vehículo al departamento de investigaciones criminales de la uniformada para fines de investigación.
De igual forma la Policía arrestó cinco personas empleadas de la plaza para fines de investigación.
CONMOCIONA EL PAÍS CRIMEN DE SOTO HAYET
La Policía Nacional en coordinación con representantes del Ministerio Público, iniciaron las investigaciones ayer mismo para establecer las circunstancias en que estas tres personas fueron asesinadas a tiros y otros dos resultron heridos heridos.
El hecho ocurrido en la parte frontal de la Plaza La Francesa, ubicada en la calle Paseo de los Locutores esquina avenida Abraham Lincoln, ensanche Piantini.
El señor Rubén Soto Hayet tenía 68 años de edad a la hora de su muerte; el mensajero Máximo Jerónimo Paredes 25, y el vigilante Jorge Vólquez Santana, de 35.
La Policía Nacional informó que la placa colocada encontrada en la yipeta es depurada para establecer a quien corresponde.
Mientras que técnicos de la Policía Científica analizan las evidencias recolectadas en las distintas escenas.
“La Francesa” no cerró. Los clientes dispusieron del servicio que cada día ofrece ese establecimiento comercial.
Los clientes llegaban a comprar almuerzo y picaderas y estando dentro del lugar era que se enteraban de que algo pasaba porque había una multitud congregada afuera.
Toda el área fue acordonada porque todo el que llegaba quería observar la escena del crimen.

Fuente: Listin.com.co

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